Historia de la Comuna

Historia de la Comuna de Tucapel

La comuna de Tucapel fue creada por la llamada Ley de Comuna Autónoma de 27 de diciembre de 1891, como parte del Departamento de Rere de la Provincia de Concepción, pero su instalación se produce en 1793, siendo su primer alcalde don Francisco Friz.

La comuna de Tucapel, en 1927 pasa a formar parte del Departamento de Yungay y de la Provincia de Ñuble y en 1980 sufre nuevamente un cambio de jurisdicción administrativa que la deja formando parte de la Provincia de Bío-Bío.La comuna y el pueblo de Tucapel adquieren este nombre desde que en 1724 fuera trasladado el fuerte homónimo situado en la banda occidental de la cordillera de Nahuelbuta, el mismo en cuyas inmediaciones cayera derrotado y muerto el gobernador Pedro de Valdivia en 1555.

Una gran sublevación indígena liderada por el cacique Vilumilla en 1723 obligó al Gobernador Gabriel Cano de Aponte a trasladar los fuertes situados al sur del río Bío-Bío y de esta forma Tucapel es instalado a orillas del río Laja y en un fértil valle que lleva a los boquetes cordilleranos por donde entraban y salían indios pehuenches y chiquillanes.


Escudo

Escudo Comuna de Tucapel

En campo de plata una mano derecha con sus antebrazo, todo de carnación, mostrando su palma, saliente de la punta, empuñando un arco iris puesto en la faja arqueada, llena de cuatro burelas de los siguientes esmaltes de arriba hacia abajo (desde el eje hacia la punta): gules (rojo), oro (amarillo), sinople (verde) y azur (azul).

  • TIMBRE: corona mural de oro, mezonda de sable (negro), realzada por 16 almenas, de las cuales solo 9 visitas.
  • SIMBOLISMO: Se basa en la etimología araucana los topónimos Tucapel y Huépil.

Tucapel, proviene de tur, tomar, reforzado por la partíla factiva ca, coger, agarrar, y pe-el, participio pasivo del verbo ver o adquirir, por tanto visto, adquirido.

En síntesis, adueñarse de lo visto «es el significado de la voz» «Tucapel».

Huépil, proviene de Huepull, que significa arco iris.

En el escudo se reúnen ambos topónimos, por su estrecha ligazón geográfica y administrativa, componiéndose el blasón de tal modo que el puño se adueña de lo visto, en este caso del arco iris, anuncio del buen tiempo, de la prosperidad, que es sumamente visible y significativo de buen augurio.

La corona que timbra el escudo es la correspondiente al rango municipal.


Historia de Tucapel

El 13 de noviembre de 1724, según la tradición oral, se fundó el fuerte de San Diego de Alcalá de Tucapel y aunque por largos años estuvo inconclusa su traza, sirvió a los propósitos de contener las entradas indígenas a los valles de mayor población española.

Situado en un promontorio inclinado a pocos metros de la orilla norte del río Laja, el fuerte de Tucapel albergó una corta población que se ubicó al occidente, entre las murallas de la fortificación y el estero Itatita. San Diego de Alcalá de Tucapel contaba con tropa permanente, iglesia y capellán, de tal manera que hubo servicios administrativos y espirituales que permitieron la permanencia y la aglutinación de colonos en esta parte del territorio.

Asimismo, el sitio fue lugar de intercambio comercial entre el mundo hispano y el indígena, especialmente con la etnia pehuenche. Entre los meses de octubre a marzo se intercambiaban pieles, plumas, textiles, sal de las pampas y otros productos por trigo, papas y ganados, además del contrabando de alcoholes y armas.

En abril de 1855 se dispuso que al cabo de dos años la población debía estar completamente trasladada al sitio que hoy ocupa. De esta manera se produjo un cambio importante, ya que se ocupó un terreno llano y más acorde con las necesidades de su crecimiento.

En 1872 la población alcanzaba a los 750 habitantes, 90 casas particulares y 3 edificios públicos, con calles en buen estado de conservación. Desde la creación de la Comuna de Tucapel el pueblo sirvió de cabecera comunal, hasta febrero de 1970 en que la Municipalidad es trasladada al pueblo de Huépil.


Historia de Huepil

El pueblo de Huépil nace como estación de ferrocarriles por decreto de 15 de septiembre de 1906. En aquella época se construía la línea del Ferrocarril Trasandino que finalmente llegó hasta Polcura. Esta estación adquirió rápidamente un flujo importante de transporte de carga y pasajeros, especialmente por la cercanía con las haciendas Huépil Alto, Huépil Bajo y Rucamanqui, además de ser punto de encuentro de líneas de comunicación con Argentina y la precordillera andina.

La estación, junto al servicio del ferrocarril, tuvo rápidamente servicios de correos y telégrafos, luego la primera escuela y por consiguiente el comercio. Aunque desordenado y con problemas de convivencia en un principio, Huépil se fue formando como un pueblo de bastante movimiento, sobre todo por las haciendas y el aumento del campesinado.

En 1969 un grupo de vecinos solicitó el traslado de la cabecera de comuna y al cabo de algunos meses de trámites y negociaciones con las autoridades administrativas y legislativas, se promulgó la ley 17.248, por la que la capital comunal se traslada desde Tucapel a Huépil.


Historia de Trupán

El pueblo de Trupán albergó desde tiempos de la colonia a destacamentos volantes que cuidaban los pasos cordilleranos, dependientes del fuerte de Tucapel.

Luego se establecieron transitoriamente, durante los mese estivales, destacamentos armados para impedir las correrías indígenas sobre los valles. Más tarde, la producción agrícola y maderera hizo que naciera allí un caserío, así lo señala Francisco Solano Astaburuaga en 1889, quien también otorga este nombre a una hacienda del lugar.

Este lugar sirvió de punto de partida de los comerciantes y baqueanos hacia Argentina. Precisamente esta ubicación la colocó como estación del Ferrocarril Trasandino por Antuco. La primera locomotora entró a Trupán el 1º de agosto de 1908 y el día 14 se dicta un decreto por el cual se autoriza la explotación del tramo de 14 kilómetros que distan con la estación de Huépil.


Historia de Polcura

Un fundo maderero del mismo nombre aparece en los textos de geografía de principios del siglo XX, pero no señala la existencia de un caserío o centro poblado. Sólo a partir de la llegada de los trabajos necesarios para la construcción del Ferrocarril Trasandino se instaló allí un campamento.

La construcción del Ferrocarril Trasandino tuvo gravitante importancia en el desarrollo de la comuna y de sus centros poblados y Polcura no escapa a ese influjo. La magnitud de la obra que pretendía unir Buenos Aires, Neuquén y la zona de la Provincia de Concepción, hicieron que los últimos intentos y recursos destinados a la línea férrea se volcaran al tramo que culmina en esa estación. Allí culminó el sueño de algunos visionarios, no obstante que se alcanzaron a construir las bases del puente ferroviario que atravesaría el río Laja poco más arriba de la estación Polcura.

El 15 de diciembre se dicta el decreto 698 del Ministerio de Industrias y Obras Públicas por el que se autoriza la explotación hasta el kilómetro 76 de la línea que partía en Monte Águila, de tal forma que Polcura quedaba como última estación de un ferrocarril que sólo sirvió los propósitos de un desarrollo local a través del transporte de pasajeros, maderas, ganados y otros. La explotación maderera y la piscicultura son por ahora motores de su desarrollo.